O creías serlo. O que podrías llegar a serlo. Ahora, a estas alturas, podemos mostrar un olímpico desprecio. O pasar olímpicamente. Podemos pensar que no los aprovechamos bien, que podríamos haber hecho esto o aquéllo. O que fueron mejores, que ojalá volvieran. Podemos pensar lo que nos dé la gana. Al fin y al cabo, ya somos mayores. Lo que no podemos es olvidarlos. No del todo. No fueron mejores, ni peores. Sólo fueron diferentes, distintos de éstos. Otros años.
Luna de Plata - Rebeca Jiménez
-
Mi canción de hoy es para el último sencillo publicado por Rebeca Jiménez, que
formará parte de su nuevo trabajo, que presentará inminentemente, este
m...
Hace 13 horas
11 comentarios:
El problema es que parece que fue ayer. ¿Por qué tengo barriga?
Porque ya no somos olímpicos
Amigo, vendrán más años malos y nos harán más ciegos... eso dice Sánchez Ferlosio, y a lo mejor tiene razón. Para el mundo y para cada uno.
Por cierto, que yo nunca he sido ni más rápida ni más más alta ni más fuerte que ahora. Esa es mi sensación actual.
Yo tampoco, pero hubo una época en que creía que podría llegar a serlo. Ya no
Huy, me largo de aqui!
Lo que me faltaba: ahuyentar a una fracción importante de mi ya de por sí escaso público
Con la edad de catorce, tuve un fugaz paso por la vida olímpica. 100 M. lisos. Olimpiada Scout. Campamento de Aledo, a un paso de la Base del Morrón. Asfalto. Cuesta abajo. Contrincante: 1,80 con zancada de gigante.
Resultado: 7 puntos en la ceja izquierda y contusiones varias.
Casi gano.
No soy del club de fans de Karina.
¿Y quién lo es?
En 1977, el vertiginoso descenso de las marcas a costa de la integridad de los velocistas convenció definitivamente al COI y a la IAAF de la necesidad de eliminar los 100 metros lisos cuesta abajo del repertorio de pruebas de velocidad.
Por lo del baúl, lo decía.
Ya imagino. Yo tampoco; al menos, no es eso lo que quise decir
Publicar un comentario