Aún no se me ha pasado el susto de que mi hija cumpliese catorce años, y viene mi hijo con la ocurrencia de alcanzar la docena. Necesito un respiro. Y aunque siempre habrá quien piense que han sido (que hemos sido, en realidad) arrojados a este mundo como un perro sin hueso, yo prefiero seguir viéndolos cabalgar a lomos de su propia vida, como jinetes en la tormenta. Y que dure.
Fargo. Quinta temporada.
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Parece que nos hemos olvidado de Fargo, o, mejor dicho, de los Fargo. De
las distintas temporadas de Fargo que están muy por encima de la media de
la abul...
Hace 9 minutos