Valga la redundancia

09 marzo 2010

Como algunas películas antiguas, sobre todo en Navidad. Como los hábitos y las costumbres. Como los uniformes. Como las muletillas y las cantinelas. Como la rima consonante. Como los estribillos. Como las jugadas más interesantes. Como la piedra en la que siempre tropezamos dos veces. Como los lugares comunes y las frases hechas. O como el ajo. Ojo con la historia, que también se repite.

10 comentarios:

Amor dijo...

Como las modas.

(Habrá a quién le aburra pero, si nada se repitiera nunca, yo me pegaba un tiro. Solo hay que saber qué cosa repetir y qué no)

Leandro dijo...

Yo, por ejemplo, me repito bastante. Me alegra saber que hay quien no lo considera censurable per se

Margarita dijo...

El ajo se repite, bastante.

Leandro dijo...

¿Será por eso lo de ajo y agua?

Margarita dijo...

Diría que no

Leandro dijo...

Vaya

Amor dijo...

No lo considero nada censurable, de hecho, soy bastante de costumbres y rituales personales y monotonías agradables.

Leandro dijo...

Bien, bien. Vamos bien

Anónimo dijo...

necesidad de comprobar:)

Leandro dijo...

Y de aprobar

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