Venga, va, en serio

26 abril 2009

Esto no puede seguir así. Aficionado o no, si eres escritor tienes que escribir. Mucho, poco o regular, tienes que escribir. Si eres perezoso, poco. Vale. Pero algo, lo que sea. Bastante trabajo cuesta decírselo a los demás, como para que luego te pregunten: ¿Y qué has escrito?, que es lo primero que se le ocurre a todo el mundo para evitar incómodos silencios. Y tú: Por ahora, nada. Vaya papelón. Que no, vamos. No podemos dar lugar a eso. Así que, lo dicho: a escribir. Tengo un cuento sin terminar. Empecé a escribirlo el pasado 23 de enero, a las 7:28 horas. Y lo abandoné tal cual estaba el 19 de febrero, a las 18:29 horas. Casi una página y media. Catorce párrafos, cuarenta y siete líneas, trescientas noventa palabras, título incluido. Mil novecientos noventa y cuatro caracteres, sin contar los espacios, y dos mil trescientos setenta y uno, contándolos. Lo bueno que tiene el Word es que te permite saber cosas tan significativas como éstas acerca de tu trabajo. Bien, pues voy a retomarlo. El cuento, digo. Y con la firme intención de terminarlo. Así que ahora va en serio. Mañana mismo me pongo.

15 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Quiza haya llegado ya el momento de distinguir entre ESCRITOR y PUBLICADOR.

Ej. practico del caso nº 1

-¿Que has escrito?
-Un monton de relatos, algun poemario, un par de ensayos y una trilogia de novelas.

Ej. practico del caso nº 2

-¿Que has publicado?
-De momento nada, ¿y tu?


Y asi sucesivamente.

Leandro dijo...

Perfecto. Esa es una distinción que me va a venir bastante bien en lo sucesivo. En cualquier caso, no se me negará que para entrar aunque sea sólo en la primera categoría, algo habrá que escribir. Así que insisto: mañana mismo me pongo. Hoy no, que todavía me tiemblan las manos con la emoción del partido

Antonio Rentero dijo...

La duda es ¿aceptamos pulpo como animal de compañía y valoramos BLOG como PUBLICACIÓN?

Hete ahí la topota del cordero...

Leandro dijo...

Ésa me la tengo que pensar. Y tengo varias ya en tareas pendientes. De todas formas, en el mejor de los casos sería autopublicación. Poco profesional. Aficionado, por lo tanto. Aficionado y perezoso, creo que ya lo dije

Antonio Rentero dijo...

Con lo cual nos iriamos a la tercera derivada... si escribo (mas o menos cantidad, mas o menos calidad, mas o menos periodicidad) y me autopublico blogueristicamente... ¿no sera lo importante al final que me lean?

Dios, ya me veo preso de la audiencia de mi blog como un Sarda cualquiera :-(

Leandro dijo...

Me rindo

Anónimo dijo...

No te rindas aun.

Leandro dijo...

No lo hago. Pero eso no asegura victorias.

Sarashina dijo...

Escritor es quien escribe y es leído por otros, los cuales le reconocen un valor a su escritura. Lo demás son circunstancias que además pueden ser transitorias, tangenciales, ocasionales. La distinción entre aficionado y profesional en escritores se puede hacer, pero te quiero recordar que la mayoría de los escritores grandes eran aficionados, por lo menos los españoles. Es profesional sólo el que vive de escribir. A mí eso siempre me ha creado contradicción. No me gusta la profesionalización del escritor, a no ser que sea una persona que pueda vivir con muy poco. Es un tema complicado y con muchos matices.
Si te gusta escribir, hazlo. Nada más. Luego ya verás qué haces con todo eso.

Leandro dijo...

Escritor profesional es el que vive de escribir, y también el que vive de ser escritor. ¿O no? No es lo mismo, me temo. Matices, muchos matices. Y uno importante, me lo apunto: que alguien lea lo que has escrito y lo aprecie. Ya lo apuntaba Rentero justo antes de mi rendición, rendición que dejo sin efecto desde ya. Es que ayer estaba un poco cansado. Gran esfuerzo en el partido contra el Sevilla. Y entiendo que el lector debe ser ajeno al círculo de afectos; no valen tu abuela, tu madre, tu familia o tus amiguetes, ¿no? En cualquier caso, para que te lean, para que aprecien tu escritura, para que publiques o para cobrar, antes habrá que escribir algo. Pues vamos, que ya es lunes y todavía no me he puesto a ello.

Anónimo dijo...

Yo prefiero ponerme a escribir sólo cuando me apetece, todo lo demás me queda forzado...

Leandro dijo...

Lo que pasa es que cuando me apetece no siempre es buen momento. Y cuando es buen momento no siempre me apetece. No es tan fácil conciliar esto. Tal vez deberían sacar una ley para la conciliación de la vida laboral, familiar y estrictamente personal. Personal de cuando uno está solo consigo mismo, vamos.

Sarashina dijo...

Pues la apetencia es una cosa muy mala que no hay que tener en cuenta. Quiero decir, que hay que ponerse, tengas ganas o no. Lo que decía un amigo mío, que no es profesional porque no se ha puesto a ello, que para empezar hayu que poner una chorrada, algo así como "dónde están las llaves, matarile, matarile" y seguir, y luego ya verás qué haces con el principio.
Y sí, hay muchos matices, pero sería largo. El que no vive de ello, por ejemplo, escribe lo que le da la gana y cuando le da la gana. Lo dicho, cervantes, sin ir más lejos, no era un profesional. No consiguió vivir de ello, quiero decir.

Leandro dijo...

Ya sabes: obligación o devoción

Anónimo dijo...

Devoción siempre.

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