(...) A mi entender, hay dos tipos de narradores: los cazadores y los pescadores. Los cazadores salen a buscar la materia literaria, se adentran en territorios inexplorados y aguzan los sentidos para dar con una historia, un personaje, un hilo del que tirar o una revelación que les abra el camino de la palabra, casi como los caballeros medievales que se calzaban la armadura, se montaban en el caballo y salían a la aventura. Luego están los narradores pescadores, que se sientan a la orilla de un río y echan la caña. Inmóviles, se arman de paciencia y esperan que los peces piquen el anzuelo. Si la historia no les pasa por delante, contemplan la vida y llenan el tiempo de espera con la imaginación y el pensamiento, y al final puede pasar que la pesca sea casi una excusa para narrar todo lo que les rondaba por la cabeza.
Jordi Puntí
en La Paciencia
(Esto no es América, 2017)