Temprano. Solo. Café con leche y un cuento. Y un trozo de una novela. De una buena novela recién estrenada. Carreras al borde del mar. El mar y el sol, ahora tocamos a más. Septiembre. El agua más fría, el agua más limpia. Un castillo, no, una enorme y efímera montaña en la arena. Montes, caminos, canales y puertos: ingenieros menudos. Menudos ingenieros. Comida familiar mirando al mar. Siempre el mar. Otro cuento. Más novela. Los párpados vencidos. Despierto tras la siesta. Empaqueto la ropa en bolsas de viaje, y las bolsas de viaje en el maletero del coche. Coche viejo. Coche entrañable. ¿Papá, cuándo te vas a comprar un coche nuevo? Rápido. Potente. Grande. Rojo. Q5, A4, X6. Agua. Empieza la jornada. Mi equipo no marca. Casi nunca lo hace, casi nunca gana. Víspera del primer día de cole, y hay que hablar. Hablar, hablar. Hay que sacarse del estómago los nervios de todos los años. Los nervios de siempre. La iglesia de siempre. El helado de todos los domingos. Una peli de catástrofes. O de miedo. O una ligera comedia romántica. O fútbol enlatado. O más novela. Hasta bajar el telón. Hacer el indio. Una de las ventajas de que el lunes sea el mejor día de la semana, es que no convierte al domingo en una tortura.
Luna de Plata - Rebeca Jiménez
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Mi canción de hoy es para el último sencillo publicado por Rebeca Jiménez, que
formará parte de su nuevo trabajo, que presentará inminentemente, este
m...
Hace 13 horas
5 comentarios:
Quizás tuviera razón Tarik.
Pues ha sido un domingo bastante perfecto en cuanto domingo. Un lunes no habría sido lo mismo, desde luego.Para cualquier día de la semana habría resultado impropio.
Quizás tuviera razón, no lo sé. Ningún domingo he podido darle al cuerpo un buen surtido de mis excesos. Y como ya quedó dicho, los días perfectos son para la gente perfecta; éste fue sólo un domingo.
No hay gente perfecta
Y si la hubiera, creo que no nos gustaría conocerla
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