¿Sí? ¿Y para qué? ¿Y si no me gusto? ¿Y si resulta que no me caigo bien? Y lo que es peor, ¿y si luego no me dejo en paz? ¿Y si no dejo de escuchar esa voz? Una vez que te conoces, es muy difícil acallarla. Una vez que te conoces, es casi imposible escapar. Y si lo intentas, el precio puede llegar a ser muy alto. La huída te puede salir cara. Así que, al final, acabas conversando con el hombre que siempre va contigo. Porque, digan lo que digan, nadie puede escapar sin más. Más pronto o más tarde, William Wilson te da alcance.
El retorno de John Sanders (7 de 8), de M.D. Álvarez
-
Me encaré con mis padres y hermanos: "No podíais dejarme en paz. Lo único
que os pedí fue que dejarais a ese mundo tranquilo y nada, vosotros ni
cas...
Hace 4 horas