Una tarde de principios de verano, a la sombra, junto a la piscina, contemplando la felicidad pasajera de los que vienen a ocupar nuestro lugar, y ahogando las emociones, intensas, contenidas, en un gintonic con hielo abundante y unas gotas de limón exprimido. O en ron añejo. O en whisky. O en lo que sea, pero con hielo. Siempre con hielo. Creo que eso es todo lo que podemos ser. Nada mejor. Nada más.
Seremos mariposas en el infinito, de Claudia Albaladejo (Reseña nº 1126)
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*Claudia Albaladejo*
*Seremos mariposas en el infinito*
Postdata Ediciones, 2023
Este pequeño libro de la pinatarense Claudia Albaladejo contiene una b...
Hace 19 horas