En contra de la guerra, sí. Y de sus secuelas. Pero mucho más que eso. A favor de los niños. Y de su mundo. Y de su inocencia. Sobre todo, de su inocencia. Y en contra de la corrupción del mundo de los adultos. Por la inocencia perdida. Con todas las consecuencias. En la realidad y en la ficción, en la vida y sobre el papel. Como Holden Caulfield recién expulsado pateando las calles de New York. Un día perfecto. Un día perfecto para el pez plátano.
El retorno de John Sanders (7 de 8), de M.D. Álvarez
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Me encaré con mis padres y hermanos: "No podíais dejarme en paz. Lo único
que os pedí fue que dejarais a ese mundo tranquilo y nada, vosotros ni
cas...
Hace 4 horas