No hay derecho, dicen algunos. Vaya si lo hay, ya lo creo que hay. De más. Ahí están, las fundamentales, las orgánicas y las ordinarias. La natural y la positiva. La de enjuiciamiento civil y la de enjuiciamiento criminal. La de contratos del sector público. La de presupuestos y la de medidas de acompañamiento. La de memoria histórica. La mosaica y la coránica. Y la de Dios. La de vida. La de la calle. La del silencio. La del deseo. La del más fuerte. La de la selva. La de Murphy. La del Talión. La del embudo. La de la botella. Y todas las demás. Demasiadas. Más que harto me tienen. Se puede estar dentro, fuera, al filo o al margen. O directamente en contra, aunque seas de poco luchar.
La península de las casas vacías
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Termino, después de un mes de lectura entre recreos y huecos entre clases, La
península de las casas vacías, de David Uclés, mientras en Murcia tiran los
m...
Hace 2 días
4 comentarios:
No existe la ley. Existe un tipo que interpreta "esa ley"
Te digo yo que sí. Toneladas de papel. Existe la ley y existe el tipo que la interpreta. Los dos
Y luego está el que sabe que existe, pero le pasan por el forro. Ese es el bueno.
También es una forma de interpretarla, aunque no tan fácil como parece
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